Hoy me siento orgulloso de haber elegido la docencia como vocación, saber que todo el empeño y esmero que se invierte en la gente genera recompensas que son muy valiosas, anexo el motivo de lo conmovido que me encuentro en el momento:
Dios acompañe siempre a mis estudiantes, los proteja y los haga llegar lejos.
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